Yo con 18 años ya era capitana del Atlético de Madrid, entonces ya venía con la mochila cargada de cosas y yo de broma, decía: ‘este año vengo tranquila, vengo de nueva’, pero al final un vestuario te vota y yo lo asumo. Sevilla y el nuevo vestuario la elige a usted, ¿cómo afrontó ese momento? Tengo también la suerte de que las capitanas del Sevilla también me han ayudado mucho, ha sido muy fácil coger ese valor que tiene el servilismo.
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