La previa ha estado marcada por el temor a que se vuelva a repetir un suceso como del curso pasado, donde la afición del Barça se sintió ultrajada en su propio campo. Con el precedente del Eintracht de Fráncfort marcado a fuego en la retina, el Barça cree que no volverá a suceder. La batería de medidas de la directiva para el encuentro también incluye la prohibición de vestir bufandas, camisetas o cualquier tipo de «simbología del Inter de Milán» a los aficionados que se encuentren en las gradas locales.
