Pero en este país es indispensable tener la camiseta del jugador que ha marcado el gol más importante de nuestra historia. El mítico ex jugador entre otros de Ajax y Barcelona lideró a una Holanda que se coló en dos finales consecutivas del Mundial, en 1974 y 1978, pero que no pudo culminar con el título. Basta con recorrer las tiendas oficiales de los principales equipos del fútbol europeo para corroborar el cada vez más prohibitivo coste de los productos de su catálogo, que se ha incrementado alrededor del 20% en la última década.